LA BLOGUENCICLOPEDIA DE LAS MEJORES FRASES DE LIBROS



martes

Extrañas apariencias

"El daño era mucho peor de lo que me había imaginado. Era como si me mirara en un espejo roto, solo que lo que estaba roto no era el espejo, sino yo".

Sé quien es este chico, sé lo que es, pero parecía y sonaba tan solo en aquel instante que no pude evitar compadecerle. Hasta los monstruos tienen cicatrices.

Ser consciente de mis movimientos, pero incapaz de verlos resultaba tan estimulante como aterrador. Imaginaba que me metía en otra dimensión, todo era completamente desconocido. Lo único que existía eran las aguas impenetrables y mi conciencia; lo único que podía salvarme o destruirme era mi propia imaginación.

Solo porque no te viera , no quiere decir que no existas –pensó- sólo porque esté oscuro, no quiere decir que estemos solos”

Sus palabras borraron mis heridas. Así es como me sentí cuando me dijo que me apoyaría. Curada. Completa.


Extrañas Apariencias. Daniel Waters.
5/5

miércoles

El alquimista impaciente



Y mientras la veía alejarse en aquella atmósfera ligeramente otoñal, me asaltó una nostalgia indefinida, como la que se siente por todo lo que uno ha deseado una y otra vez, sin llegar a poseerlo nunca. Por algún mecanismo perverso, eso es lo que termina añorándose, más que lo que de verdad se tuvo.



Eso pretendían los malos alquimistas. La verdadera trasmutación consistía en mejorar la naturaleza del propio alquimista, no de los metales. Los metales solo eran el instrumento. Por eso los que se impacientaban y se obsesionaban con el oro acababan consiguiendo el efecto inverso, empeoran ellos mismos. La trasmutación, pero al revés.



El Alquimista impaciente. Lorenzo Silva. 
 

jueves

Ana Bolena y la pastelera real



Ojalá fuera siempre así, todo el día, cada día: tener a Mark a mi lado, charlando y riendo. Toda esa gente que cree que la felicidad es algo, cuando en realidad no es más que esto.
                                                        

   Solo hay un soplo entre lo que estuvo a punto de pasar y lo que no pasó; y lo cruzamos antes de darnos cuenta siquiera de que estaba ahí. Lo salvamos sin mirar atrás. Quiero decirle a Mark: ¿te das cuenta?. Quiero celebrarlo. Quiero que lo celebremos.


Ana Bolena y la pastelera real