LA BLOGUENCICLOPEDIA DE LAS MEJORES FRASES DE LIBROS



martes

Blanca como la nieve, roja como la sangre

He deambulado a ciegas sobre mi alfombra voladora, sin darme cuenta del paso del tiempo. Cuando estás enamorado el tiempo no debe existir.

"Me gusta tener grandes deseos. Un gran sueño. Todavía no sé cual es, pero me gusta soñar que tengo un sueño. Estar en la cama en silencio soñando con mi sueño. Sin hacer otra cosa. Repasar los sueños y ver cuales me gustan. ¿Quién sabe si dejaré huella? Solo los sueños dejan huella".

Silvia también tiene un sueño. Quiere ser pintora. Silvia pinta muy bien, es su afición preferida. Una vez me regaló un cuadro. Hace copias de cuadros famosos. Es un cuadro muy bonito con una mujer protegiéndose del sol con una sombrilla blanca. Es un cuadro especial porque la ropa, el rostro, los colores de aquella mujer son tan ligeros que se confunden con la luz que cae sobre ella. Es como si la mujer estuviese hecha de luz de la que se protege. Y es el único caso en el que el blanco no me da miedo.

Debo escribir todo, sino me olvido. A lo mejor la única manera de defenderme de mi mala memoria es hacerme escritor.

"Nunca he escrito uan carta y tampoco puedo descargarla de Internet. En Internet todo es viejo. No puede haber una carta de Leo a Beatrice; esa carta tengo que escribirla yo por primera vez. Pero la cosa me gusta, porque voy a escribir algo que nadie ha escrito jamás. Será la primera vez. Estoy emocionado".

En la vida hay veces que te dan ganas de hacer algo espectacular para que ya nadie pueda ignorarlo: para que todo el mundo te mire y hable de ti. Sobre todo en aquellos momentos en que te sientes solo y lo que quieres es escupir tu soledad a la cara delos demás.

Antes de salir le hago una caricia a Beatrice, sin embargo no la despierto. Eso sí, quiero que al depertar encuentro m caricia en su mejilla.

Como diría Aldo, Giovanni y Giacomo: pregúntame si soy feliz. Sí, al menos en lo sueños.

"Llega el día en que te miras al espejo y no eres el que te esperabas. Si, porque el espejo es la forma mas cruel de la verdad. No te reflejas como eres realmente. Querrías que tu imagen se correspondiense con quien eres por dentro y que los otros al verte pudieran saber en el acto si eres sincero, generoso, simpático…pero resulta que nunca se puede prescindir de las palabras ni de los hechos.Tienes que demostrar quien eres. Lo bonito sería que uno pudiera mostrarse sin más. Todo sería mas sencillo".


- Todos tenemos de que avergonzarnos. Todos hemos huido, Leo. Pero eso nos hace hombres. Solo cuando tenemos tatuado en la cara algo que nos avergüenza, nuestra cara empieza a ser real…

En el fondo, toda la vida no hace más que confeccionarte un traje multicolor, a costa de infinidad de noches de insomnio, noches de retales de otras vidas cosidas unas a otras.

"A partir de hoy empezaré a escribir. Debo escribir todas estas cosas para poder recordarlas. No sé si puedo hacerlo, pero esta vez por lo menos quiero esmerarme. Puede que sea mejor que use lápiz. No, mejor boli. Boli rojo. Rojo como la sangre. Rojo como el amor, la tinta de las páginas blanquísimas de la vida. Creo que las únicas cosas que merecen recordarse son las que se cuentan con la sangre: la sangre no comete errores y ningún profesor puede corregirlas. El blanco de estas páginas ya no me da miedo, y eso se lo debo a Beatrice: ella, blanca como la nieve, roja como la sangre".


Blanca como la nieve, roja como la sangre.Alessandro D´Avenia


Puntuación: 5

jueves

La chica Einstein

"Todos pensamos que su teoría es una locura. La cuestión que nos divide es si es una teoría lo suficientemente loca como para tener alguna posibilidad de ser correcta".

Niels Bohr


-Tampoco es que hay mucho que aprender-dijo Max-. Es más bien una cuestión de desaprender. De olvidar, si quieres. Y eso es mucho más difícil. Tienes que desprenderte del instinto. Y aceptar lo que parece imposible.

Sin pasado, luchaba por creer en su propia existencia, por creer que ella misma era algo más que un capricho de la imaginación, un fantasma o un recuerdo que se desvanecería al despertar.

Volvió al cuaderno que había sacado del baúl de Mariya. Se quedó un rato contemplando los renglones llenos de números y símbolos exóticos. Tenía algo poético. Cualquier cálculo de ese estilo era un intento de equilibrar el universo, de revelar la equivalencia precisa entre cosas aparentemente dispares como la aceleración y la gravedad, la energía y la masa: un intento de equilibrar la realidad sobre un solo fulcro representado por dos rayitas paralelas que formaban el signo de igual.

-Has tenido la cabeza demasiado tiempo enterrada entre libros-dijo Alma-tus ojos no están acostumbrados al cielo.

"La imaginación es más importante que los conocimientos. Los conocimientos son limitados, la imaginación puede abarcar el mundo". Albert Einstein

Pienso en ti a menudo Lieserl. Cuando abro los ojos por la mañana lo primero que veo es tu cara. Por eso sé que he soñado contigo aunque el sueño se haya escurrido ya de mi mente. Te imagino cruzando la gran ciudad, con el rostro iluminado por los escaparates y el resplandor fugaz de las farolas. Te imagino leyendo junto a al ventana, leyendo quizá el manuscrito que te entregué, y frunciendo el ceño sin duda ante mi prosa descuidada y la extrañeza de la historia, que posiblemente no tenga mucho sentido para aquellos que están enjaulados en la prisión de las percepciones comunes y corrientes. Imagino que te gusta, claro, o al menos que sientes la necesidad de terminarla. Porque si no la terminas, nunca entenderás del todo lo que has leído. Y recuerda, aún espero que me ayudes con el título.


-Es una premisa interesante-dijo Krich-¿por qué se enamora?

- ¿Por qué se enamora la gente? Porque encuentran a alguien que puede darles lo que quieren o lo que necesitan. Alguien que puede liberarlos.

-Entiendo. ¿Y como termina?

- Me temo que no tiene un final feliz. Los finales tienen que ser creíbles o el lector se puede quedar con la impresión de que le han hecho trampas. No hay nada que estropee mas una buena historia que un final inverosímil. Espero que no le importe.

"Fue la sensación, nueva pero intensa, como un tumor en la carne, de que segar una vida humana era algo extraño a mí; de que una vez que diera el paso letal yo cambiaría para siempre".


De modo que me pongo en tus manos con confianza, segura de saber que para tí, entre todos los hombres, la perpetuación de una mentira es algo intolerable, por muy conveniente que su persistencia pueda ser para los hombres de miras más estrechas y principios menos elevados.


La luz no es luz, hasta que alguien la observa, nos dicen las grandes mentes. Del mismo modo, no puede haber desgracia en una historia que no llega a conocerse.




La chica Einstein. Philip Sington

Puntuación: 4