Pero todavía no lo comprendo, y eso que escribir no es más que tomar la materia prima de la realidad y convertirla en literatura para hacerla mas digerible. Desconfío tanto de lo que pienso que solo tengo la impresión de acertar cuando me contradigo. "…y aunque jamás me había atrevido a proponerla nada, era raro el día de mi existencia que no le dedicaba un recuerdo".
La ciudad está llena de gente así, personas que se pasan las tardes en la cafeterías, frente a una taza de café que simulan beber.
"No sé quien decía que la gente suele triunfar en lo segundo para lo que está mas capacitada, porque para triunfar en lo primero hay que alcanzar niveles de desgracia verdaderamente insuperables". "…estaban unidas por lazos invisibles, sutiles, misteriosos, que las convertían en gemelas, aunque ellas no lo supieran".
Comprendí, al terminar el viaje, hasta que punto estamos habituados a vivir solo en una parte de la realidad. Es un error, como si solo habitáramos una parte de nuestra casa, o de nuestro cuerpo.
El problema de soñar con un sueño que no es tuyo es que no sabes donde entregarlo. No puedes presentarte en la oficina de objetos perdidos diciendo que te has encontrado un sueño perdido. Te tomarían por loco. Así que te lo tienes que quedar, te guste o no. Yo me lo quedé pero puse un anuncio en el periódico, al que no respondió nadie, diciendo que tenía un sueño que no me pertenecía.
Juan José Millás. Los objetos nos llaman
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